Volvieron las detonaciones en zona urbana y rural, el terror embarga a toda una región en el suroccidente colombiano. los que dicen luchar por y para el pueblo hacen todo lo contrario. Jamundí en las goteras de Cali, es hostigada la estación de policía de Potreritos con ráfagas de fusil, zona de influencia marcada del bloque occidental Jacobo Arenas y la columna móvil Jaime Martínez y las disidencias de Iván Mordisco en el departamento del Valle. La violencia en la Franja del Cauca se extiende a otros departamentos.
Días pasados fue en el corregimiento de Robles, donde explotó un carro bomba. Antes habían sido Dagua, Pradera, La Florida y Guacarí. Este último, ubicado en el corredor estratégico de las disidencias, ahora zona de influencia del nuevo Frente 57 Jair Bermúdez, en la zona contigua a la cordillera central. Pero antes de que las cosas mejoren, observamos que, al pasar de los días, el Valle y Cauca son verdaderas zonas de guerra.
“Más vale guerra abierta, que paz fingida” anónimo. Hoy por hoy, el departamento del Cauca es donde se vive un conflicto más fuerte, esto nos permite inferir que las causas para que éste se mantenga en la zona, se resumen en tres factores: La alianza entre diferentes fuerzas políticas armadas, el aumento de las economías ilegales alimentadas por el narcotráfico y el despojo de las tierras para aumentar las zonas cultivadas. Aunque a la fecha, las regiones afectadas por la violencia están ubicadas en Antioquia, Cesar, Norte de Santander, Bolívar y Nariño; el Valle y el Cauca son las mayormente afectadas.
El Cauca arde en medio de la incertidumbre de la paz total, programa bandera del presidente. En lo que va corrido del año 2024 ya han sido 12 líderes y más de 10 soldados y policías asesinados; son 13 municipios afectados, mientras cada día más aumenta el temor y la desesperanza en las comunidades en medio de la amenaza constante de las disidencias de la FARC. es una gravísima situación humanitaria y de orden público que viven la mayoría de los municipios del norte por cuenta de los constantes y desmedidos hostigamientos del grupo terrorista que han afectado a la población civil.
La Franja de Cauca los habitantes se encuentran sumidos en el miedo en. Circulan de manera constante panfletos amenazantes generando más zozobra en la población. Aquí confluyen un amplio concurso de delitos: hurtos, secuestros, hasta la extorsión que oscila entre los 100 mil a los 80 millones según sea la víctima, esto en zona rural, agravando cada vez más la situación en una verdadera condición de deshumanización del conflicto armado. Corolario del anterior, el Cauca es nuestra propia “franja de gaza” en el país.
Mientras los terroristas masacran a la población civil, secuestran y asesinan a civiles, militares y policías, la guardia Indígena sigue protegiendo sus cultivos ancestrales en un amplio territorio sin Dios ni ley, donde la paz total solo ha alimentado el sufrimiento de un pueblo. Ahora parece que ya ni siquiera el helicóptero de la vicepresidenta sobrevuela los cielos del departamento. ¡De malas!
COLETILLA: estaba terminando esta columna cuando me entere que el presidente viajara con una a Europa comitiva para hacer lobby por palestina mientras el cauca en Colombia se hunde en la violencia. ¿Será que la seguridad de nuestro país tiene menor valor para el ejecutivo, que prefiere ir a buscar camorra a casa ajena y no solucionar los problemas de la propia? Otra Petroltrufiada.
Columna de Opinión
Silverio José Herrera Caraballo
Abogado consultor en seguridad, convivencia y orden público
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