John Fran Pinchao, nació en la ciudad de Bogotá el 11 de junio de 1973 en el seno de una familia humilde de una Colombia convulsionada. El tercero de 6 hermanos. Pasó su niñez en el sur de la capital en una zona golpeada por la pobreza y la miseria. Cursó sus estudios secundarios en el Instituto Técnico Industrial Piloto y obtuvo el título de bachiller técnico en modelería y ebanistería.
Una vez graduado ingresó a prestar su servicio militar en la Policía Nacional como auxiliar bachiller. En 1992 ingresó a la Escuela de Sub Oficiales de la Policía Gonzalo Jiménez de Quesada y en 1993 obtuvo el grado de Cabo segundo. Posteriormente fue homologado al Nivel Ejecutivo como sub intendente.
Trabajó en Bogotá hasta el año de 1995, cuando fue trasladado al departamento de Arauca, situación que lo obligo a abandonar sus estudios de Contaduría Pública en la Universidad Militar Nueva Granada. Allí defendió a la patria combatiendo al grupo subversivo del eln para proteger el oleoducto Caño Limón-Coveñas. En 1996 fue trasladado al Departamento de Policía Vaupés en la ciudad de Mitú; donde desempeñó funciones administrativas (jefe administrativo, jefe financiero, jefe logístico, jefe de sanidad, jefe de contabilidad) y labores de vigilancia.
El 1 de noviembre de 1998, el Comando de Policía fue atacado por más de 1.500 guerrilleros pertenecientes al Frente Oriental de las farc, comandados por Jorge Briceño Marín -alias el Mono Jojoy-; siendo víctima del delito de secuestro por un periodo mayor a 8 años y medio. Después de superar muchas dificultades, recibir malos tratos, en condiciones físicas paupérrimas dado a la mala alimentación que recibían en cautiverio, se propuso lo impensable, recuperar su libertad
Así entonces y habiéndolo pensado planeo su fuga. Su meta principal era recupera su libertad, fue entonces cuando el 28 de abril de 2007 a través de una heroica fuga que lo llevó a recorrer la selva Amazónica completamente solo durante 17 días junto con sus noches.
El policia que se escapó de la guerrilla de las farc despues de casi 9 años de secuestro
El 15 de mayo de 2007 John Fran Pinchao Blanco volvió a nacer, recupero su tan anhelada libertad, luego de habérsele fugado desde el corazón de la selva al largo secuestro en que había estado sumido desde que los terroristas lo secuestraron; de esta manera pudo suministrar información valiosa que más adelante serviría como uno de los mayores insumos de información para poder planear LA OPERACIÓN JAQUE.
Además de traer consigo noticias de sus compañeros aún secuestrados; entre ellos el General Luis Mendieta, el Sargento Mayor Cesar Augusto Lasso, el Coronel Raimundo Malagón y los políticos Ingrid Betancourt, Luis Eladio Pérez, Clara Rojas, Alan Jara y Consuelo González de Perdomo.
Ya en la libertad, fue enviado en comisión a Estados Unidos para testificar en el juicio de Simón Trinidad por el secuestro de los tres americanos, que para ese entonces permanecían en poder de las farc. Ya en Bogotá se dedicó a escribir su libro “Mi fuga hacia la libertad” (del cual a la fecha se han publicado 16 ediciones en Colombia, una en Chile y otra en Francia) ... Paralelamente recibió una beca para estudiar Relaciones Internacionales y Estudios políticos en la Universidad Militar Nueva Granada y realizó el documental para Discovery Chanel “Fuga de las farc”.
Un año después le ofrecen trabajar en la Agregaduría de Policía de Colombia en España, pero finalmente lo envían a la Agregaduría de Policía de Colombia en Chile en el 2008. Estando allí se desarrolló la operación Jaque. Al finalizar su comisión diplomática en Chile regresa a Bogotá y gracias a la gestión de Ingrid Betancourt fue favorecido con una de las “Becas de la libertad” otorgadas por el gobierno francés en cabeza de su presidente Nicolas Sarkosy. Ya radicado en Francia cursó en la Universidad Sciences Po en Lille, un CAP de Estudios Políticos y en la Universidad René Descartes de París, recibió formación académica durante un año sobre Gestión y resolución de conflictos.
En el 2011 en Bogotá, trabajo en la Oficina de Derechos Humanos de la Policía Nacional en la Dirección General y en el 2012 decide dar un paso al costado y dar uso del buen retiro, con el grado de Subcomisario de la Policía Nacional después de 21 años de servicio. Desde entonces se vinculó con CORALTEK, consultora en seguridad que se encarga de programarle diversas conferencias a través de la última década en instituciones públicas y privadas en Colombia y el exterior.
En el 2022 fue candidato al Senado de la República de Colombia por el partido Verde Oxigeno, con el apoyo de Ingrid Betancourt Pulecio. Actualmente trabaja en el partido Oxigeno y se ha dado a la tarea de posicionar a los veteranos y miembros de la reserva activa de las fuerzas militares y policía nacional en cargos de elección popular.
Una promesa cumplida
El rostro de Ingrid Betancourt Pulecio, durante su secuestro, la imagen de una persona especial para John Fran Pinchao, durante y luego de su secuestro. Hoy son excelentes amigos, Pinchao hace parte del partido Verde Oxígeno de la ex candidata y ex secuestrada quien por razones de seguridad hoy reside en Francia, pero nunca ha dejado de luchar por el país que la vio nacer. Tenemos entendido que preparan una gesta para las próximas elecciones del 2026 ha sido una amplia contradictora del actual gobierno en Colombia. Había prometido que, de lograr alcanzar la libertad, haría lo imposible por lograr su rescate. Cumplió su promesa, años después ella fue liberada dentro de la OPERACIÓN JAQUE.
El testimonio de un héroe
Soy John Fran Pinchao Blanco. Sobreviví a un secuestro de más de 8 años y medio, viví en carne propia la privación de la libertad por el grupo subversivo de las farc. Soporté el aislamiento, la imposibilidad de ver a mi familia y seres queridos, aguanté tratos denigrantes e inhumanos, no pude estar presente en el nacimiento de mi hijo y solamente lo conocí cuando se acercaba a cumplir 8 años.
Me obligaban a llevar atadas al cuello cadenas cerradas con candado para que no huyera, incluso tenía que pedir permiso hasta para ir al baño y fui testigo de que este mismo flagelo sometió a hombres y mujeres colombianos y extranjeros de diferentes clases sociales… encomendado a Dios y antes de perder la esperanza escapé en una travesía incierta, sobreviviendo 17 días en la selva amazónica completamente solo, en varias ocasiones estuve muy cerca de la muerte…
Resiliencia. El dolor se supera, la vida continua
Entre los últimos recuerdos de esta pesadilla está el ver a Alexander Farfán Suarez alias “Gafas” sometiéndonos a tortuosas y extenuantes caminatas con el estómago vacío y las botas rotas, junto a compañeros de secuestro transportados en hamacas por su delicado estado de salud, entre ellos Ingrid Betancourt, el General Mendieta y el coronel Malagón…!
Si el mismo Gafas que fue capturado en julio de 2008 en la OPERACIÓN JAQUE, el mismo que obtuvo su libertad tras ser escogido en 2023 como Gestor de paz por el Gobierno Nacional a la cabeza de un ex guerrillero y el mismo que el 21 de septiembre del presente año entregó a la concejala Sandra Betancourt, tras 6 días de secuestro en Argelia Cauca por los hombres de Iván Mordisco; Gafas incluso se atreve a amenazar a la líder prohibiéndole su regreso a la región, actuando a nombre del bloque Jacobo Arenas.
Cuando caí secuestrado siendo policía en la toma de Mitú, el país estaba en manos de los delincuentes; era imposible transitar por las carreteras colombianas sin correr el riesgo de perder la libertad o incluso la vida a manos de los grupos al margen de la ley; los atentados guerrilleros, la voladura de oleoductos y torres de energía eran el pan de cada día. Al alcanzar mi libertad encontré un país diferente al que me obligaron a dejar: había esperanza, gente pujante, se había recobrado la seguridad e incluso la tecnología llegaba a todas las clases sociales poco a poco; la industria se fortalecía con la inversión extranjera y se creaban empresas nacionales.
Pero en el transcurso de la última década las cosas cambiaron y hoy tenemos un país destruido. Los veteranos y la reserva activa no podemos cerrar los ojos ni hacernos a un lado, ni debemos olvidar que conformamos un grupo experimentado en diversas áreas y que, al servir a las fuerzas, ofrendamos nuestro tiempo y la vida misma a la nación, sacrificando incluso a nuestras familias para mantener una patria dentro del marco constitucional; defendiendo las instituciones para que todos y cada uno de los colombianos podamos vivir en paz en condiciones dignas, justas y enmarcadas en la ley.
Entregamos el uniforme, pero jamás el amor a la patria y hoy esta nación nos reclama para que, desde la democracia, recuperemos el poder que se le ha otorgado a la delincuencia y a la guerrilla misma, para que actuemos y estemos atentos al llamado de auxilio que grita esta Colombia destruida en sus instituciones y recursos, que clama seguridad y que no quiere un futuro incierto para nuestros niños y jóvenes. Hay que reconstruir a nuestra Colombia, debemos tomar partido de inmediato y no esperar para lamentarnos luego por lo que pudimos hacer y no tuvimos el valor de enfrentar; en los venezolanos desplazados a lo largo del mundo tenemos un espejo que no debemos replicar.
Concienticémonos de la realidad: no es destruyendo las fuentes productoras de recursos económicos, ni generando incertidumbre política -que ahuyenta la inversión extranjera y aumenta el desempleo-, ni otorgando beneficios permanentes a los infractores y grupos subversivos que vamos a salvar el país. Se ha aumentado la delincuencia y se ha deteriorado la justicia usando erróneamente la paz como excusa para perdonar a los infractores y permitirles seguir delinquiendo; la aplicación de medidas judiciales equivocadas destruye el bienestar y la confianza de los colombianos.
El ofrecer soluciones populistas que conducen al derroche de dinero de los colombianos solo agrava la situación actual (como la compra de carrotanques destinados a la Guajira pero no aptos para circular en el desierto, el nombramiento de delincuentes como gestores de paz, las propuestas erradas como la compra de cultivos ilícitos en lugar de la adquisición de las cosechas de nuestros campesinos, el estímulo a que los colombianos delincan a través del otorgamiento de subsidios para quienes dejen de cometer hurtos, el equipar los estímulos económicos de los infractores perdonados con los salarios de las personas honradas que trabajan en el día a día, o la conformación de gabinetes ministeriales con altos funcionarios sin idoneidad para ejercer sus cargos).
Necesitamos unos poderes independientes que nos garanticen la justicia verdadera y no una corte constitucional coaccionada por el ejecutivo; nos urge generar recursos, atraer inversión extranjera, crear fuentes de empleo, superar la crisis en el sector salud, garantizar la educación objetiva, endurecer las leyes para quienes violenten a los menores, impulsar la creación de empresas y microempresas y entender que sin castigo para los delincuentes nunca alcanzaremos la verdadera paz, pues jamás van a dejar de delinquir.
Nuestro país se está asfixiando y somos nosotros los responsables de oxigenarlo, ¡actuemos para salvarlo. ¡Dios y Patria!
SC PONAL (V) John Fran Pinchao Blanco.
La ventana del veterano y la reserva activa, en su misión de contar la verdad verdadera, hoy les taremos una historia contada desde la pluma y boca de su protagonista, un ser humano cargado de resiliencia y valentía que un día dijo es ahora o nunca ¡él es el héroe de la patria que se les fugo del secuestro a las farc.
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Por Silverio Jose Herrera Caraballo
Abogado, comunicador, asesor, consultor y analista en seguridad convivencia ciudadana y orden público,
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