Hoy 9 de diciembre, no solo será una fecha en el calendario, este es el día en que nuestro Ejército Nacional honra al gran general José María Córdova y celebra a la infantería colombiana, Reina de las armas, nos recuerda la grandeza y la valentía del "hombre a pie", esa base fundamental sobre la que se erige el Ejército Nacional. Desde su creación, la infantería ha sido el corazón y la columna vertebral de las fuerzas armadas de Colombia y de los ejércitos del mundo, representada por sus fusiles cruzados y la divisa roja, símbolos de sacrificio y lealtad a la patria.
La historia de la infantería en Colombia se remonta a las gestas independentistas, donde hombres como Córdova, un estratega formidable y símbolo de la resistencia patriota, lideraron batallas decisivas. Fue en Ayacucho donde el general, con apenas 25 años, selló su lugar en la historia al comandar una carga que marcó la victoria definitiva sobre las fuerzas realistas. Desde entonces, el espíritu de la infantería ha estado presente en cada rincón del país, defendiendo su soberanía y su gente.
La infantería es mucho más que un cuerpo armado; es la representación de la cercanía con el terreno y con las comunidades. Es el soldado de a pie que marcha bajo el sol ardiente de La Guajira, atraviesa los densos bosques del Amazonas o enfrenta las montañas de los Andes. Es el infante quien, con determinación y valentía, enfrenta desafíos extremos, desde conflictos armados hasta desastres naturales, siempre con la firme convicción de proteger y servir.
Muy a pesar que, en el mundo moderno, las guerras han evolucionado hacia lo tecnológico, la infantería sigue siendo indispensable. No hay tecnología que pueda reemplazar la voluntad humana ni el sacrificio de aquel soldado que pisa el campo de batalla. La capacidad de adaptarse al terreno, la conexión con la población y el coraje individual de cada infante son invaluables en un contexto de seguridad cambiante como el de Colombia.
Es propicio el momento para presentar un sincero y cordial saludo de felicitación a todos los hombres y mujeres que portan en sus solapas pero en especial que llevan en el corazón con honor y gallardía los fusiles cruzados que identifican al soldado de Infantería, en especial en nuestro vecino Departamento de Córdoba, sede de la Décima primera Brigada del Ejército, sus unidades subordinadas del arma de la divisa roja, Batallón de Infantería Aerotransportado No 31 “Rifles”, Batallón de Infantería No 33 “Batalla de Junín”, quienes desde su creación han sido garantes de la seguridad y la salvaguarda de la soberanía en cada una de sus jurisdicciones. A sus Comandantes los Señores BG. Eduardo Alberto Arias Rojas, TC. John Fernando Martínez Tapias, TC. John Alexander Quiroga Martínez respectivamente.
Hoy, expresamos nuestro más profundo agradecimiento al soldado de infantería, al guardián incansable de nuestras fronteras, caminos y hogares. A todos aquellos que, con honor y disciplina, portan la bandera de Colombia en su pecho y el amor por la patria en su corazón, les decimos: ¡Gracias por ser ejemplo de valor y resiliencia! Que nunca se apague la luz de su heroísmo, porque mientras exista el soldado de infantería, Colombia siempre tendrá esperanza.
La infantería ha dado héroes anónimos y conocidos, hombres y mujeres que han entregado sus vidas en la búsqueda de un país mejor. Esos caídos son recordados con respeto y gratitud, porque su sacrificio no fue en vano; son la esencia de un lema que los identifica y que hoy llenamos de aire nuestros pulmones, con la fuerza que sale del corazón para que se escuche el grito de nuestro lema: “PASO DE VENCEDORES”
COLETILLA: La Infantería es el Hombre, y este no será reemplazado hasta que Dios no lo borre de la faz de la tierra la faz de la tierra”
Articulo de Opinión
Silverio Jose Herrera Caraballo
Abogado, comunicador, asesor, consultor, analista e investigador en seguridad, convivencia ciudadana y orden público.
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