A mediados del mes de noviembre se dio a conocer una noticia en medios nacionales que seguramente escandalizo a muchos ciudadanos, pero a otra parte de ellos no: a los juristas y servidores públicos, y es que esta noticia anunciaba la salida a libertad de varios delincuentes por tecnicismos jurídicos, una banda completa de 12 personas capturadas había sido el resultado de una ardua investigación que arrojaba a estos personajes como implicados en delitos como concierto para delinquir, homicidio, estafa, trafico de estupefacientes entre otros que constituían un prontuario largo e intimidante para estos sujetos.
La alcaldesa mayor de bogota Claudia Nayibe Lopez Hernández se refirió a lo acontecido lanzando una pequeña puya a los jueces de la república, especialmente los jueces de control de garantías que se encuentran en la jurisdicción ordinaria dentro del ámbito penal y también al órgano investigador quien es la fiscalía general de la nación, y con toda razón, pues la investigación significo un despliegue de recursos por mas de 600 millones de pesos en poco mas de 5 meses, los delincuentes por demás descarados reían y celebran frente a las cámaras mientras eran dejados en libertad.
Esto toda la sociedad lo condena, pero los abogados no, pues viven inmersos en un mundo legislativo en el cual se incorpora un garantismo penal para el sujeto activo, quien comete el delito, que lo dota de todas las garantías, pero al parecer no le exige obligaciones.
La sociedad colombiana ha desembocado en su ruina moral, cultural, degeneración de valores y perversión social y sumado a esto se materializan la mayor cantidad de delitos posibles, hoy el sistema judicial es cómplice de la degradación de este pueblo, pues basados en la legalidad pero no en la realidad de las cosas el sistema penal y en general la justicia responde a intereses corruptos o individuales mientras los ciudadanos de a pie viven cada vez con mayor miedo y atónitos las realidades absurdas en las que vivimos, en nombre de la legalidad, la justicia y los derechos humanos.
Columna de Opinión
Cristian Gacharna
Consejero Local de Juventud
Derecho, U. Catolica
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